En Colombia, tener loros u otras especies silvestres como mascotas constituye una infracción grave según el Código de Seguridad y Convivencia Ciudadana y la Ley 1638 de 2013.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia y del Derecho, poseer estos animales en cautiverio puede ser sancionado con una multa tipo 3, que en 2025 equivale a $393.440 pesos. Además, el ave será decomisada y entregada a la autoridad ambiental correspondiente para su rehabilitación o liberación.
La práctica no solo representa una violación legal, sino que pone en riesgo la biodiversidad del país. Los loros cumplen funciones ecológicas esenciales, como la dispersión de semillas y el control de insectos. Su extracción del entorno natural contribuye al tráfico ilegal de fauna y afecta el equilibrio de los ecosistemas.
En casos de maltrato, lesiones graves o muerte del animal, la Ley 1774 y el Código Penal pueden aplicar sanciones más severas, incluyendo penas de cárcel de entre 12 y 36 meses y multas de hasta 50 salarios mínimos.
Contexto:
Décadas atrás, poseer loros como mascotas era una costumbre común en muchos hogares colombianos. Sin embargo, con el fortalecimiento de las normativas ambientales y una mayor conciencia sobre conservación, esta práctica ha sido cada vez más regulada.