Tres nuevos casos en Villanueva refuerzan patrón de hurtos a predios rurales. Autoridades no reportan avances concretos en las investigaciones
Desde noviembre del año anterior, se ha consolidado un patrón de robos en fincas rurales del sur del Casanare y el Meta. La forma de operar se repite, entre seis y ocho personas encapuchadas, portando armas de fuego, ingresan a predios rurales entre la tarde y noche. Una vez adentro, reducen a los ocupantes, los encierran durante varias horas en habitaciones de las viviendas y proceden a sustraer camionetas, especialmente de tipo Toyota Hilux, junto con otros elementos de valor, como joyas y armas que estarían entrando a reforzar el equipamiento de la estructura.
En las últimas dos semanas, se han reportado tres casos en el municipio de Villanueva, Casanare. El primero tuvo lugar en la vereda Buenos Aires, donde fue robada una camioneta Toyota Hilux. Días después, en la vereda El Horquetón, los responsables sustrajeron una camioneta blindada. El caso más reciente ocurrió en la vereda Caracolí, donde los delincuentes retuvieron a las personas dentro del inmueble por más de cuatro horas y se llevaron otra Toyota Hilux.

El accionar incluye el uso de armas, intimidación directa y una ejecución prolongada. Los hechos suelen comenzar entre las 6:00 p.m. y la retirada del grupo se ha registrado incluso después de la medianoche. Estos robos no son hechos aislados: desde noviembre también se han reportado eventos similares en Barranca de Upía, Cabuyaro y Puerto López, en el Meta, así como en otros municipios casanareños como Tauramena, Monterrey y Maní.
A pesar de la aparición de grafitis y panfletos en algunos sectores rurales, las autoridades han indicado que estos eventos estarían vinculados a bandas delincuenciales comunes y no a estructuras armadas organizadas. Sin embargo, la reiteración de los casos, la especificidad de los vehículos seleccionados y la modalidad sistemática del hurto aumentan la preocupación en el sector agropecuario regional.
Hasta el momento, no se han anunciado capturas ni avances concretos por parte de la Policía o el Ejército Nacional. Las comunidades rurales, particularmente en Villanueva, enfrentan una situación creciente de inseguridad, mientras los hechos continúan sin una respuesta institucional visible.