Más de 20 jóvenes, a lo largo de 24 meses, han participado en una iniciativa que les permitió proyectar su vida profesional desde la Personería municipal. Allí se integraron a cerca de cuatro delegaturas internas, en las que estudiantes de más de seis programas académicos y de distintas universidades y escuelas tecnológicas aplicaron sus conocimientos en escenarios reales, contribuyendo al fortalecimiento de la gestión pública local.
Desde septiembre de 2023, cuando asumió el actual personero Jhon Echeverría, la entidad abrió convocatorias para integrar practicantes y judicantes en áreas clave. El modelo replicó experiencias de personerías en grandes ciudades como Bogotá y Medellín, pero adaptado a la escala local de Villanueva.

El esquema se organiza en delegaturas internas que abarcan asuntos sociales, derechos humanos y víctimas, vigilancia de la función pública y conflictos derivados de la industria de hidrocarburos. Con el aporte de los pasantes, la personería amplió su capacidad de respuesta, descongestionó trámites como derechos de petición y tutelas, y logró posicionarse como la primera del departamento de Casanare según el indicador FURAG.
Este avance contrasta con el panorama nacional, donde el desempleo juvenil aún se mantiene alto: en junio de 2025 la tasa fue del 15,3 %, más del doble de la general, lo que refleja los retos que enfrentan los jóvenes al buscar oportunidades laborales.

Los participantes provienen de carreras como derecho, psicología, arquitectura, comunicación y trabajo social, además de programas técnicos en administración y función pública. En Colombia donde incluso los profesionales enfrentan dificultades para acceder al mercado laboral —la OCDE estima que el 11,2 % de los colombianos con estudios superiores entre 25 y 34 años está desempleado—, la experiencia en la personería se convierte en un espacio real de práctica que fortalece a los estudiantes.
Echeverría señala que, más allá de los resultados institucionales, el impacto se observa en la transformación personal de los pasantes: jóvenes que llegaron con timidez y hoy se desenvuelven con seguridad en espacios comunitarios y audiencias públicas. El programa demuestra que las entidades locales pueden aportar a reducir la brecha entre la formación académica y las oportunidades laborales, uno de los principales desafíos para la juventud en Colombia.

