La justicia colombiana ratificó una condena de 20 años de prisión contra Lucila Inés Gutiérrez de Moreno, exrectora de un colegio rural en Santander, por permitir que integrantes del frente paramilitar Comunero Cacique Guanentá abusaran sexualmente y desplazaran a estudiantes entre 2001 y 2003.

La Sala Penal del Tribunal Superior de Bucaramanga confirmó la pena de 20 años de prisión contra Lucila Inés Gutiérrez de Moreno, hallada culpable de acceso carnal violento en persona protegida, esclavitud sexual, secuestro agravado y desplazamiento forzado. Según la sentencia en segunda instancia, la exrectora facilitó la actuación de los paramilitares en el Colegio Nuestra Señora del Rosario, del corregimiento de Riachuelo, municipio de Charalá (Santander), durante los años en que el frente Comunero Cacique Guanentá, perteneciente al Bloque Central Bolívar, operaba en la región.

Las investigaciones establecieron que Gutiérrez permitió el ingreso de hombres armados al plantel educativo y facilitó el acceso de menores a los paramilitares durante eventos sociales como bazares y reinados escolares. De acuerdo con los expedientes, varias dependencias del colegio, incluida la rectoría, fueron utilizadas por los agresores para cometer abusos sexuales. La Fiscalía General de la Nación calificó los hechos como violaciones graves a los derechos humanos, cometidas en el marco del conflicto armado interno.

Los procesos judiciales documentaron múltiples víctimas, en su mayoría estudiantes menores de edad sometidas a abuso y desplazamiento. Al menos dos víctimas fueron identificadas públicamente en medios nacionales, mientras que otras permanecen bajo reserva judicial.