El presidente colombiano encabeza una visita oficial a China que podría redefinir la relación bilateral. El encuentro con Xi Jinping genera expectativas sobre inversiones en el agro y la diversificación de mercados. La visita es observada con atención desde Washington.
El presidente Gustavo Petro se reunirá este miércoles en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, en el que será el encuentro bilateral de más alto nivel durante su visita oficial a la República Popular China, prevista entre el 12 y el 16 de mayo.
La cita, rodeada de simbolismo y cálculo geopolítico, ocurre en el marco del Cuarto Foro Ministerial China-Celac y podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Bogotá y Pekín.
Petro llega no solo como jefe de Estado colombiano, sino también en calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), lo que le otorga un papel central en un foro que busca redefinir los términos de la cooperación entre China y la región. “Vamos a hablar de inversiones y de compras de productos colombianos”, anunció el mandatario antes de emprender el viaje.
Detrás de esa afirmación se mueve una agenda compleja que involucra el interés de Colombia por abrir su mercado agrícola hacia Asia. Sectores como el arroz, la carne bovina y los productos agroindustriales están en el radar del Gobierno, que ve en China una oportunidad para reducir la dependencia de los mercados tradicionales.
Casanare en el radar
En el departamento del Casanare, tradicionalmente vinculado al petróleo y la ganadería, la posibilidad de que China aumente su demanda de productos agrícolas colombianos genera expectativas.
El Gobierno ha incluido en la delegación oficial a ministros clave para este propósito, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; la ministra de Ciencia y Tecnología, Yesenia Olaya; y el ministro de Tecnologías de la Información, Julián Molina. Todos ellos participan en reuniones paralelas con entidades chinas para explorar acuerdos de cooperación técnica, transferencia tecnológica y apertura de mercados.
Un giro estratégico observado desde Washington
Pero no solo el sector agropecuario está atento. La comunidad internacional sigue con interés la visita de Petro a Pekín, en un momento de tensión creciente entre China y Estados Unidos. “La visita ocurre en un contexto geopolítico sensible, Colombia ha sido históricamente un aliado estratégico de Washington, y este acercamiento hacia Pekín puede interpretarse como una señal de que Bogotá busca mayor autonomía en su política exterior”, señaló Mariana Herrera, analista del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes.
El viaje también coincide con fricciones recientes entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, especialmente en temas ambientales y de lucha contra el narcotráfico. Si bien el Gobierno colombiano ha insistido en que su política es de “diplomacia multilateral”, la presencia de Petro en China, acompañado por líderes de Brasil y Chile, sugiere una coordinación regional que no pasa desapercibida.
¿Una nueva etapa para la relación bilateral?
El presidente Xi Jinping ha manifestado en varias ocasiones el interés de su país por consolidar su presencia en América Latina a través de proyectos de infraestructura, energía y cooperación tecnológica. En ese sentido, Colombia representa un socio potencialmente estratégico, por su ubicación geográfica, su acceso a ambos océanos y su capacidad agrícola aún subutilizada.
“China quiere alimentos, Colombia necesita tecnología e inversión, hay una complementariedad evidente”, sostiene el economista Luis Carlos Álvarez, exasesor del Ministerio de Comercio. “Pero también hay riesgos, si no se negocian bien los términos, se puede caer en una relación asimétrica”.
La reunión entre Petro y Xi, está prevista para la mañana del miércoles, en los próximos días se espera el anuncio de memorandos de entendimiento y avances en los diferentes sectores de interés.
Fotografía: Presidencia, Juan Diego Cano.