La propuesta de adquisición presentada por Parex Resources a GeoPark toma relevancia directa en Villanueva, Casanare, donde ambas compañías desarrollan operaciones petroleras. Parex tiene actividad en los bloques Cabrestero y Llanos 74, mientras GeoPark opera Llanos 34 y Llanos 87. Este movimiento corporativo involucra una región donde la actividad extractiva es uno de los pilares económicos locales y puede modificar el panorama industrial en el corto y mediano plazo.
En octubre de 2025, Parex hizo una oferta en efectivo por la totalidad de las acciones de GeoPark a US $9 por título, operación valorada en cerca de US $940 millones, deuda incluida. La empresa argumentó que la transacción otorgaba un beneficio inmediato a los accionistas y destacó que la propuesta representaba una prima sustancial respecto al valor de mercado previo. Sin embargo, el directorio de GeoPark rechazó la oferta, argumentando que la valoración no reflejaba adecuadamente el potencial de la compañía, especialmente tras haber ampliado operaciones hacia Argentina, en la cuenca de Vaca Muerta.
En declaraciones públicas, el presidente y CEO de Parex, Imad Mohsen, señaló que GeoPark priorizó una inversión considerada de alto riesgo en el mercado argentino en lugar de aceptar una transacción que, desde su perspectiva, proporcionaba un retorno inmediato y sin riesgos para sus inversionistas. GeoPark, por su parte, defendió su estrategia orientada al crecimiento y a la expansión de su base de producción en nuevos proyectos internacionales.
En territorio local, la operación toma una dimensión concreta. El bloque Llanos 34, operado por GeoPark, ha sido uno de los activos petroleros más relevantes del país, con más de 235 pozos y una producción acumulada que superó los 200 millones de barriles en 2025. Parex, a su vez, mantiene en Cabrestero y Llanos 74 operaciones de producción estable y es uno de los actores principales en la Cuenca Llanos, donde concentra más de 80 % de sus reservas. La convergencia territorial de ambas compañías hace que una eventual adquisición pueda generar cambios en la cadena de contratación local, en la oferta laboral especializada, en las relaciones comunitarias y en los flujos económicos asociados a servicios, alojamiento, transporte y logística.
La concentración operativa bajo una sola compañía podría implicar mayor escala productiva y eficiencia integrada, pero también una exposición más alta a riesgos asociados a conflictos sociales, variaciones de mercado o interrupciones de infraestructura. El contexto local añade exigencias ambientales y sociales significativas, dado que Villanueva y su zona rural han sido escenario de procesos de relacionamiento entre empresas, comunidades y autoridades alrededor de temas como gestión de aguas, movilidad industrial, compensaciones y contratación regional.
El contraste entre las estrategias empresariales —la apuesta de Parex por consolidar activos en un esquema de menor riesgo frente a la expansión de GeoPark hacia mercados emergentes con mayor incertidumbre— ofrece una lectura sobre modelos de gestión de capital y proyección de crecimiento en la industria energética latinoamericana. Para el territorio, la discusión gira en torno a la estabilidad operativa y la capacidad de generar oportunidades sostenidas en la economía local sin agravar la dependencia de un solo sector.
